Magia potagia

Se me pone el estómago del revés y me da vueltas la cabeza cada vez que recuerdo cuando Miguel Ángel Corona cumplía contrato con el Almería hace dos años y desde el club se empezó a marear la perdiz. Bueno, más que marear, se le dijo directamente al jugador que no contaban con él, que se buscase la vida. Bendito Lillo! Y digo esto porque gracias al que fuera técnico rojiblanco, Corona renovó por dos años más. Fue el propio tolosarra quien pidió expresamente que el jugador continuase en el Almería. Así fue, gracias.

Es indiscutible la calidad de Corona. Muchos no entendíamos la falta de continuidad, sobre todo en las dos últimas temporadas. Este año, contra todo pronóstico, Lucas Alcaraz lo ha rescatado y el centrocampista vuelve a desplegar su magia en el campo cada fin de semana. Este sábado sin ir más lejos, ante el Murcia, el talaverano fue el más destacado del equipo, incluso marcó el 2-1.

Miguel Ángel es el deportista ejemplar dentro y fuera del campo. Como todos, ha tenido y tendrá malos momentos en lo que ha juego se refiere. Pero lo que nunca, se le podrá recriminar es falta de compromiso o de profesionalidad. La palabra trabajo es sinónimo de Corona.
Habla siempre claro, pero sin alzar la voz. No se desvía del buen camino y ni mucho menos ha expresado su descontento cuando no ha tenido minutos. Corona no falla. Permítanme que lo compare con el 2.55 de Chanel, nunca te equivocas.

Con Ortiz no se juega

El tiempo siberiano del sábado dejó helado al Mediterráneo. Menos mal que la gran victoria alentó a los rojiblancos, que regresaron a sus hogares con una sonrisa. Pero hubo una pancarta que dejó aún más frío el ambiente: "Con Ortiz no se juega". Y es que la situación del almeriense Ortiz Bernal preocupa a muchos. Para el encuentro frente al Córdoba ni siquiera entró en la convocatoria, pero esta historia ya viene de largo.

Es indiscutible que el capitán no tiene 20 años y quizás no esté para jugar los 90 minutos pero, ¿es justa esta marginación? Todos entendemos que es ley de vida. Los chicos del filial empujan fuerte, los ciclos se cumplen pero Ortiz Bernal en estas dos últimas temporadas ha tenido mucho fútbol por ofrecer y no le han dejado. La afición rojiblanca está decepcionada y quiere saber qué ocurre con su capitán.

Desconozco si al club le preocupa que un emblema de nuestra ciudad, que ha dado todo por la Unión Deportiva Almería esté involutariamente fuera de combate. Desconozco si están al tanto del descontento de muchos almerienses cada fin de semana cuando no lo ven ni convocado o si Lucas Alcaraz tiene motivos de peso para no darle minutos. De lo que sí estoy segura es que Ortiz Bernal no merece esto. El club debería mimar más a jugadores que forman parte de la corta historia de la Unión Deportiva Almería. Historia que han comenzado a escribirla ellos, los que saltan al campo.

Al final todos vuelven

La buena nueva ya rondaba por la atmósfera almeriense. Por fin esta semana se confirmaba la vuelta de Juanma Ortiz. El pasado verano abandonaba el Almería para fichar por el Glasgow Rangers escocés. A casi nadie le sorprendió la salida del defensa y la afición ya la asumía con resignación, dado el gran nivel que el jugador estaba ofreciendo.

El incansable Juanma se dejaba la piel en cada partido. En los malos momentos (que fueron muchos en el último año en primera) siempre dio la cara, corrió con todas sus fuerzas, jamás se rindió y nunca se borró del campo en los encuentros más bochornosos. El caso es que Juanma Ortiz vuelve a la Unión Deportiva Almería. El 17 lucirá en su camiseta, su dorsal. Es como si se lo hubiesen reservado durante estos meses de ausencia.

En lo deportivo, si algún pero se le ponía a la zaga rojiblanca era el lateral izquierdo, ya que no es el fuerte de Jackobsen, mientras que de central es el amo. Con esta nueva incorporación la defensa es un fortín. El alicantino regresa con el propósito de ascender. Es su objetivo número uno antes de volver a Escocia, ya que está cedido hasta final de temporada.

Es curioso como casos similares se repiten en el Almería. Soriano, Cisma, ahora Juanma...son casos diferentes y similares al mismo tiempo. Sí, es extraño, pero ¿a que me entienden? Es como una relación amor-odio. Se dice que siempre vuelven y casi nunca son bienvenid@s. En este caso lo es. Bienvenido Juanma.